La fruta confitada es un producto muy apreciado, tanto en repostería como en cocina, ya que aporta un sabor, color y textura muy especiales a todo tipo de platos y postres. Sin embargo, debemos saber que no todas las frutas son aptas para el confitado, ya que el proceso requiere el cumplimiento de ciertos requisitos. En este post, vamos a explicar cuáles son las propiedades de la fruta para poder confitarse y qué beneficios tiene este método de conservación.
¿Qué es la fruta confitada y cómo se hace?
La fruta confitada es un producto que se obtiene al cocer y secar la fruta en almíbar, lo que permite conservarla por mucho tiempo y disfrutar de su sabor y sus propiedades. Para confitar la fruta, se debe elegir una que sea firme, ácida, con piel fina y de tamaño adecuado. Su aspecto debe ser brillante, con una textura inconfundible y permite presentarse en divertidas formas, por lo que es un ingrediente muy apreciado por los reposteros.
El proceso de confitado consiste en sustituir el agua de la fruta por azúcar, lo que evita la proliferación de bacterias que terminan pudriendo la fruta. Vamos a ver los pasos del proceso:
- Paso 1: se limpia y se pela la fruta, se le quitan las semillas y se corta en trozos o rodajas. También se puede dejar entera si es pequeña, como es el caso de las cerezas o las peras.
- Paso 2: se cubre la fruta con agua y se cuece durante unos minutos para que se ablande un poco, después, se reserva el líquido de la cocción.
- Paso 3: se prepara un almíbar con parte del líquido de la cocción y azúcar. Después de pone al fuego hasta que hierva y se añade la fruta. Finalmente, se deja reposar durante 24 horas sumergida en el almíbar.
- Paso 4: en los dos días siguientes, se añade más azúcar al almíbar, se vuelve a hervir y se cubre la fruta con él. Se repite este proceso durante 24 horas más.
- Paso 5: el tercer día se hierve la fruta en el almíbar (que ya tiene la misma cantidad de azúcar que de fruta) y se saca para dejarla secar.
- Paso 6: se coloca la fruta sobre una rejilla y se seca en el horno a baja temperatura, dándole la vuelta para que se seque por igual.
- Paso 7: una opción interesante es glasear o escarchar la fruta, pasándola por un baño de azúcar o espolvoreándola con azúcar glas.
Propiedades de la fruta para poder confitarse
Hay que tener en cuenta que no todas las frutas se pueden confitar, ya que el proceso requiere que tengan ciertas propiedades. Estas son las más importantes:
Calidad de la fruta
La calidad de la fruta es esencial en la confitura de frutas, por tanto, uno de los puntos más importantes es utilizar fruta fresca y madura. Las frutas con un punto óptimo de maduración ofrecen una mayor concentración de sabor y azúcares naturales, algo esencial para el proceso de confitado.
Elección de la fruta
Las frutas que tienen una piel más gruesa, como las naranjas y los limones son buenas opciones, debido a su capacidad para mantener la forma durante el proceso de confitado. Otras frutas, como las cerezas, fresas y albaricoques, también son excelentes opciones. La elección dependerá de las preferencias del profesional y la receta que va a preparar.
Firmeza de la fruta
La firmeza de la fruta es muy importante para el confitado, ya que las frutas que son muy maduras tienden a deshacerse y perder la forma durante el proceso. Por tanto, las frutas con una piel más gruesa suelen conservar mejor su forma, algo que se debe tener muy en cuenta a la hora de elaborar fruta confitada.
Azúcares naturales
Un elemento crucial en la confitura de frutas es el contenido de azúcar natural de la fruta, ya que, las frutas idóneas para confitar son las que contienen niveles significativos de fructosa y la glucosa. Estos azúcares ayudan a conservar la fruta y aportan a la fruta confitada su característico sabor dulce.
Azúcar adicional
Además de los azúcares naturales, también se suele agregar azúcar adicional durante el proceso de confitado para lograr la textura y el sabor deseados. La cantidad de azúcar añadida varía según la receta y el tipo de fruta, pero normalmente se suele necesitar un alto contenido de azúcar en el proceso de confitado.
Vamos a ver otros aspectos que se deben tener en cuenta para confitar la fruta:
- Acidez: la fruta debe tener un punto de acidez determinado para que contraste con el dulzor del almíbar y aporte sabor. Las frutas muy dulces o insípidas pueden resultar demasiado empalagosas para confitar.
- Piel: La fruta debe tener una piel fina y comestible para que no se desprenda ni amargue el almíbar. Las frutas con piel gruesa o dura deben pelarse antes de confitarse.
- Tamaño: La fruta debe tener un tamaño adecuado, para que se pueda cortar en trozos o rodajas para después confitarse. Algunas frutas demasiado grandes o pequeñas pueden dificultar el proceso.
Estas son algunas frutas que cumplen con las propiedades para ser confitadas: naranja, limón, cereza, pera, piña, ciruela, melocotón, albaricoque, manzana, higo, jengibre. etc.
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