La fruta confitada es un ingrediente muy empleado en repostería, apreciado sobre todo por su textura, su sabor intenso y versatilidad. El proceso de confitado implica el uso de grandes cantidades de azúcar para preservar la fruta y otorgarle su característico sabor dulce y distintivo.
Sin embargo, en los últimos años, ha surgido una creciente demanda por parte del consumidor de otras alternativas sin azúcares añadidos para satisfacer a clientes con restricciones dietéticas o que desean productos más saludables.
En este post, vamos a explicar con detalle cómo se elabora la fruta confitada sin azúcar, las cualidades de este tipo de productos y cómo los profesionales lo incorporan en sus creaciones para sorprender a sus comensales.
¿Qué es la fruta confitada sin azúcar?
La fruta confitada sin azúcar se elabora siguiendo un proceso similar al de la fruta confitada tradicional, pero reemplazando el azúcar por edulcorantes naturales o bajos en calorías. De esta forma, se conserva la fruta sin alterar su dulzura natural. Esto es especialmente útil para los profesionales que desean satisfacer las necesidades de los consumidores que buscan opciones más saludables, sin sacrificar el sabor.
A diferencia de la fruta confitada normal, la versión sin azúcar conserva un sabor más equilibrado, con un dulzor menos intenso pero igualmente agradable. Por otro lado, su textura es firme y ligeramente masticable, lo que la hace ideal para utilizar en una amplia gama de postres y recetas.
Pasos para elaborar la fruta confitada sin azúcar
Vamos a ver los principales pasos para elaborar la fruta confitada sin azúcar que utilizan los profesionales:
Paso: selección de la fruta.
El primer paso para elaborar fruta confitada sin azúcar es seleccionar frutas frescas y de alta calidad. La elección del tipo de fruta es fundamental, ya que no todas las frutas se confitan de la misma manera. Las frutas más utilizadas son la naranja, el limón, la cereza, la piña, el melón y el higo.
En el caso de la fruta confitada sin azúcar, la frescura y el sabor natural de la fruta cobran especial relevancia, ya que los edulcorantes utilizados no siempre funcionan de la misma manera que lo hace el azúcar tradicional. Los profesionales de la cocina deben asegurarse de escoger frutas de gran calidad y que sean maduras pero firmes, para mantener mejor su forma durante el proceso de confitado.
Paso: corte de la fruta.
Una vez seleccionada la fruta, el siguiente paso es pelarla, lavarla y cortarla en las formas deseadas. En la confitería profesional, es común cortar la fruta en rodajas, tiras o cubos, dependiendo del uso que se le quiera dar. Por ejemplo, la cáscara de naranja y limón se corta en tiras, mientras que frutas como el melón o la piña se cortan en cubos más grandes.
Es importante realizar cortes uniformes para asegurar que todas las piezas de fruta tengan una forma homogénea y obtengan una textura consistente durante el proceso de confitado.
Paso: blanqueado de la fruta.
El siguiente paso es blanquear la fruta y consiste en sumergir los trozos de fruta en agua hirviendo durante unos minutos para ablandarlas ligeramente y eliminar cualquier sabor amargo que pueda tener la piel (especialmente en cítricos como el limón o la naranja).
Este proceso también ayuda a fijar los colores naturales de las frutas, asegurando que mantengan un aspecto atractivo. Después de blanquear las frutas, se deben enfriar rápidamente en agua fría para detener el proceso de cocción y asegurar que mantengan su textura firme.
Paso: sustitución del azúcar por edulcorantes.
Este es el paso más importante en la elaboración de fruta confitada sin azúcar, ya que es donde se sustituye el azúcar tradicional por los edulcorantes. Existen varias alternativas naturales que se pueden utilizar para este propósito, como el eritritol o la stevia, entre otros.
Los edulcorantes se mezclan con agua para crear un jarabe en el que se sumergirá la fruta. Este proceso se realiza de manera progresiva, aumentando poco a poco la concentración del edulcorante en el jarabe para que la fruta lo vaya absorbiendo lentamente, tal como se haría con el azúcar en una preparación tradicional.
Paso: cocción prolongada.
Una vez que la fruta está sumergida en el jarabe edulcorado, se debe cocer a fuego lento. De esta forma, la fruta absorbe el jarabe sin desintegrarse. En el caso de la fruta confitada sin azúcar, este proceso puede llevar varias horas, e incluso días, ya que se debe repetir la cocción varias veces para que el edulcorante se impregne por completo en los trozos de fruta.
La cocción prolongada se llevará a cabo a baja temperatura para evitar que la fruta pierda su forma y textura. El objetivo de este paso es que la fruta mantenga una consistencia firme y agradable al paladar.
Paso: secado.
Después del proceso de cocción, la fruta confitada se deja secar al aire o en una máquina deshidratadora. Este paso es muy importante para eliminar el exceso de humedad, asegurando que la fruta confitada tenga una larga vida útil y mantenga su textura característica. Además, es muy importante encontrar el equilibrio perfecto en la cantidad de jarabe absorbido para que la fruta no quede demasiado húmeda ni demasiado seca.
Paso: almacenamiento.
Una vez terminado el proceso, la fruta confitada sin azúcar se debe almacenar en un lugar fresco y seco. Al igual que la fruta confitada normal, puede durar varios meses si se conserva adecuadamente, lo que la convierte en una opción ideal para los profesionales que buscan planificar con antelación la producción de sus postres.
Ventajas de la fruta confitada sin azúcar
La fruta confitada sin azúcar ofrece muchas ventajas que la hacen atractiva tanto para los profesionales como para los consumidores. Vamos a ver las más importantes:
- Menos calorías: al utilizar edulcorantes naturales o bajos en calorías, este tipo de fruta confitada es una alternativa perfecta para personas que buscan opciones más saludables sin renunciar al placer de los postres tradicionales.
- Apta para diabéticos: es una opción ideal para personas con diabetes o que siguen una dieta baja en azúcar, permitiendo a los chefs crear productos más inclusivos sin comprometer el sabor o la calidad.
- Versatilidad: la fruta confitada sin azúcar se puede utilizar en una amplia variedad de recetas, desde tartas y panes dulces hasta galletas y chocolates, ofreciendo un toque dulce y decorativo sin sobrecargar el postre con azúcar.
Cómo utilizan los profesionales la fruta confitada sin azúcar
Estos son los principales usos de la fruta confitada por parte de los profesionales:
Decoración de postres
Los reposteros utilizan la fruta confitada sin azúcar principalmente en la decoración de postres como tartas, pasteles, bizcochos o galletas, ya que aporta color, textura y sabor, sin añadir la carga calórica del azúcar.
En rellenos de panes dulces y bollería
La fruta confitada sin azúcar también es muy utilizada en rellenos de productos de bollería, como croissants, panes dulces y bizcochos. Su dulzura suave y su textura aportan un toque elegante y sofisticado a estos productos sin hacerlos demasiado dulces.
En productos para diabéticos
Muchos establecimientos Horeca se han especializado en postres para personas con diabetes o que siguen dietas bajas en carbohidratos. De ahí que sus profesionales utilicen fruta confitada sin azúcar para crear versiones más saludables de los postres clásicos.
Fruta confitada de la máxima calidad
Los profesionales cada vez más utilizan fruta confitada sin azúcar, de ahí que busquen proveedores capaces de disponer de este producto cada vez más demandado. En Conservas Lazaya ofrecemos fruta confitada de gran calidad y siempre adaptada a las exigencias de los profesionales. Por eso, disponemos de un amplio catálogo de productos sin azúcar siempre listos para ser utilizados en cualquier momento por chefs y reposteros.
No dudes en contactar con nosotros para personalizar tu pedido o resolver cualquier duda que puedas tener sobre nuestros productos. Más de 80 años de trayectoria nos avalan. ¿Hablamos?