Confitar naranjas en casaComo sabemos, la naranja es un cítrico muy versátil y saludable que se puede consumir de muchas formas: en zumo, en ensalada, en mermelada, en postres, etc. Confitar la naranja es otra forma deliciosa y original de degustar esta fruta. Su elaboración tradicional consiste en cocer la naranja en almíbar hasta que quede tierna y dulce; de esta forma, conserva todo su aroma y sabor.

Confitar naranjas en casa

En este artículo vamos a mostrar cómo confitar naranja en casa, de forma fácil y con ingredientes sencillos. También te recomendaremos las mejores variedades de naranja para confitar y los pasos a seguir para conseguir los mejores resultados.

¿Qué variedades son las mejores para confitar naranja?

Para confitar naranja en casa, lo ideal es elegir naranjas que tengan una piel fina, sin semillas y con mucho zumo. De esta forma, la naranja se cuece mejor y queda más jugosa y aromática. Estas son las variedades de naranja que cumplen estos requisitos:

  • Naranja Navel

    Es una de las variedades más populares y apreciadas por su sabor dulce y su alto contenido en vitamina C. Tiene una piel lisa y brillante y una pulpa jugosa y sin semillas. Es perfecta para confitar, ya que su piel tiene un grosor medio y una textura suave.

  • Naranja Sanguina

    Esta variedad se caracteriza por su color rojizo, debido a la presencia de antocianinas, unos pigmentos naturales con propiedades antioxidantes. Tiene un sabor dulce y ligeramente ácido y una piel fina y fácil de pelar. Es ideal para confitar, ya que aporta un toque de color y un sabor diferente a los postres.

  • Naranja Valencia Late

    Esta variedad es tardía, ya que se cosecha entre marzo y julio. Tiene un sabor dulce y refrescante y una piel fina y lisa. Su pulpa es jugosa y con pocas semillas, lo que supone una opción perfecta para confitar, ya que su piel tiene un sabor muy agradable y se carameliza muy bien.

¿Qué ingredientes se necesitan para confitar naranja?

Para confitar naranja en casa solo se necesitan tres ingredientes básicos: naranjas, azúcar y agua. La proporción de azúcar y agua dependerá del tamaño y la cantidad de naranjas que queramos confitar, pero una medida orientativa puede ser utilizar usar el doble de azúcar que de agua. Por ejemplo, si usamos 200 ml de agua, necesitaremos 400 g de azúcar. También podemos añadir algún ingrediente extra para darle más sabor al almíbar, como canela, vainilla, anís, clavo o cardamomo.

Pasos para elaborar naranja confitada

Estos son los pasos que se deben seguir para confitar naranja en casa:

  • Paso 1: lavar y cortar las naranjas.

    Lo primero que hay que hacer es lavar bien las naranjas bajo el chorro de agua fría, frotando con un cepillo o una esponja para eliminar cualquier resto de suciedad o cera. Luego, secamos las naranjas y las cortamos en rodajas finas, de unos 3 o 4 mm de grosor intentando que todas sean parecidas.

  • Paso 2: blanquear las naranjas.

    Este paso consiste en hervir las naranjas en agua con sal durante unos minutos, para ablandar la piel y eliminar el amargor. Para ello, ponemos una olla con agua al fuego y añadimos una cucharadita de sal. Cuando el agua hierva, echamos las rodajas de naranja y las dejamos cocer durante 2 o 3 minutos. Luego, las escurrimos y las pasamos por agua fría para cortar la cocción.

  • Paso 3: preparar el almíbar.

    En una cacerola amplia vertemos el agua y el azúcar a fuego medio y removemos hasta que el azúcar se disuelva. También se puede añadir algún aroma extra, como una rama de canela, una vaina de vainilla o unas estrellas de anís. Después dejamos que el almíbar hierva durante unos 5 minutos hasta que espese un poco.

  • Paso 4: cocer las naranjas en el almíbar.

    Incorporamos las rodajas de naranja al almíbar y las cocemos a fuego lento durante una hora aproximadamente o hasta que veamos que la piel se vuelve transparente y el almíbar se reduce. Es importante mover la cacerola de vez en cuando para que las rodajas se impregnen bien del almíbar por ambos lados.

  • Paso 5: dejar enfriar y secar las naranjas.

    Una vez que las naranjas ya están confitadas, las sacamos del almíbar con una espumadera y las colocamos sobre una rejilla para que se reduzca el exceso de líquido. Luego las dejamos enfriar y secar durante unas horas, hasta que queden pegajosas al tacto. Podemos guardar el almíbar sobrante para usarlo en otras recetas o para bañar las naranjas confitadas antes de consumirlas.

  • Paso 6: conservación de las naranjas confitadas

    Ya tenemos nuestras naranjas confitadas listas para disfrutar. Podemos usarlas para decorar, rellenar nuestros postres favoritos o para comerlas como un dulce. También podemos conservarlas en un recipiente hermético, ya sea en el frigorífico o en el congelador, durante varios meses. Si las guardamos en el frigorífico, podemos espolvorearlas con un poco de azúcar para que no se peguen entre sí.

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