Las cerezas en conserva son muy utilizadas por los profesionales para disponer de esta fruta en cualquier época del año y proceder a elaborar sus creaciones sin ningún problema de abastecimiento.
Las cerezas en almíbar permiten conservar esta fruta durante un largo periodo de tiempo. Mediante una preparación de agua y azúcar, las cerezas se conservan mucho más tiempo con todas sus cualidades intactas, lo que permite a los profesionales más flexibilidad y versatilidad en el uso de ingredientes.
La importancia de las cerezas en conserva para los profesionales
La cereza es una de las frutas que más se emplea en repostería, de ahí la importancia de disponer de ella durante todo el año y no solo en los meses de temporada (de mayo a julio). Las cerezas en conserva cubren esa necesidad y aportan un gran colorido, sabor y textura a los postres en cualquier momento. Además, combinan muy bien con otras frutas como la fresa, la mora o el kiwi.
La cereza es fuente de minerales y vitaminas, sobre todo, vitamina C y vitamina E, junto a potasio, calcio y hierro. Las cerezas en almíbar permiten degustar esta fruta directamente, para decorar postres, o como ingrediente para acompañar carnes, asados o salsas.
Pasos para hacer cerezas en almíbar
Antes de empezar debemos tener claras las proporciones. Para hacer un kilo de cerezas en almíbar, vamos a necesitar 500 gramos de azúcar y 1 litro de agua.
- Lavar bien la fruta para eliminar cualquier impureza.
- Deshuesar las cerezas. Si se va a hacer una cantidad importante de cerezas en almíbar, lo más recomendable es utilizar un deshuesador de cerezas, ya que si lo hacemos a mano perderemos más tiempo y no se extrae el hueso con tanta precisión. Otra opción es dejar las cerezas con hueso.
- Es conveniente esterilizar los botes que vamos a utilizar para guardar las cerezas en almíbar y lo vamos a hacer introduciéndolos, junto con su tapa por separado, en agua hirviendo durante cinco minutos. De esta forma estaremos seguros de que no habrá ningún germen en los tarros antes de utilizarlos.
- Preparación del almíbar. Vertemos el agua y el azúcar en una olla y lo dejamos hervir durante diez minutos a fuego lento. Después apagamos el fuego y retiramos el recipiente. Algunos profesionales aromatizan las cerezas con especias o piel de cítricos (limón, naranja, etc).
- El almíbar lo trasvasamos de la olla al tarro donde guardaremos las cerezas. Antes de cerrar, nos aseguramos de dejar dos centímetros del bote sin llenar. Si las cerezas se van a consumir en un breve espacio de tiempo (unos días, por ejemplo), se dejan los botes cerrados y boca abajo para que se enfríen. En el caso de consumirlas a largo plazo se colocarán los botes al baño maría en la última fase para que su conservación sea más larga.
- En un recipiente alto con agua introducimos uno o varios botes con el almíbar y las cerezas dentro y lo ponemos al baño maría. Cuando el agua de la olla empiece a hervir bajamos el fuego a un nivel medio-alto y lo dejamos durante cinco minutos. Después retiramos los botes y los dejamos enfriar. Es recomendable poner una etiqueta a cada bote con el nombre del contenido, en este caso cerezas en almíbar, y la fecha de preparación.
- Se puede introducir un chorro de licor en los botes de las cerezas en almíbar, aunque es opcional y dependerá del tipo de postre que quiere hacer el profesional. La forma más sencilla de hacerlo es introducir las cerezas y el almíbar en el bote esterilizado con las proporciones previamente establecidas. Después, se añade el licor, por ejemplo ron o brandy y dejamos 2 cm de espacio antes de cerrar el tarro. En la etiqueta pondremos el licor que hemos añadido para saberlo cuando se vayan a consumir.
¿Cómo conservar las cerezas en almíbar?
Los tarros con las cerezas en almíbar hay que guardarlos siempre en un lugar fresco donde no lleguen directamente los rayos del sol y no haya humedad. Si se cumplen estas premisas, las cerezas en almíbar pueden durar mucho tiempo, llegando incluso a los dos años, debido al gran poder de conservación que aporta el azúcar.
Los profesionales suelen hacer las cerezas en almíbar en verano para poder utilizarlas en la elaboración de postres en invierno, cuando no se puede conseguir esta fruta en el mercado.
Una vez que se abre un tarro con cerezas en almíbar se debe conservar en la nevera y habrá que observar su reacción, ya que si se aprecian abolladuras en la tapa o el frasco es muy posible que la fruta se haya estropeado y no se podrá consumir.
Como vemos, las cerezas en conserva y, más concretamente, las cerezas en almíbar, se han convertido en un ingrediente imprescindible para los chefs y profesionales de la repostería.
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